13 jun 2009

Noticias Maspalomas, Gran Canaria: Desde la OCDE se pide a las instituciones públicas trabajar contra el cambio climático. 13-06-2009

Jan Corfee, analista del cambio climático de la OCDE (Organización para la Cooperación y el desarrollo Económico), además de premio Nobel de la Paz 2007, explicó que todos los estudios científicos en el campo del cambio climático señalan que “el ritmo del proceso obliga a tomar las decisiones cruciales hoy para poder materializarlas dentro de varias décadas.
Corfee también señaló que a finales del siglo XXI habrá un aumento del nivel del mar que supondra un aumento de entre 18 y 59 centímetros. Indicó además que, “Esta predicción podría acelerarse e incrementarse ante el ritmo de deterioro de los casquetes polares”.
Aunque es un proceso a muy largo plazo, la subida del nivel del mar es “inevitable”. Ante esta situación, Jan Corfee propuso dos vías de actuación: adaptar las ciudades a los cambios (en especial las urbes costeras) y tomar medidas medioambientales para limitar el ritmo del cambio climático.
Actitudes personales como caminar, ir en bicicleta, reciclar la basura doméstica y coger menos el avión son importantes para limitar el proceso”,
Jan Corfee apuntó además, que ciudades costeras como Las Palmas de Gran Canaria se verán afectadas por la subida del nivel del mar, ya que las tormentas y mareas vivas multiplicarán sus efectos sobre el urbanismo. “¿Cómo va a cambiar la sociedad para afrontarlo?”, se preguntó. “La sociedad debe ir paralela a los cambios climáticos para ser menos vulnerables”, concluyó.
La asesora de Desarrollo Sostenible de París, Helene de Largentary, expuso que el objetivo del Ayuntamiento de París es que sus habitantes puedan vivir sin tener un coche propio, para ello se están desarrollando una serie de acciones para fomentar la movilidad en transporte público, potenciando los medios de transporte tradicionales, como el bus, incrementando los carriles destinados para uso exclusivo de éstos, y creando nuevas fórmulas de movilidad que no produzcan emisiones de CO2.
En este sentido, la asesora presentó el modelo parisino de alquiler de bicicletas, en las que los ciudadanos se pueden desplazar dentro de la ciudad por un precio muy asequible, pudiendo coger las bicicletas en un punto y dejarlas en otro, “un modelo que está dando muy buenos resultados”.
También anunció la creación para el próximo año de un modelo similar de préstamos de vehículos eléctricos, “de forma, por un precio un poco mayor, se pueda alquilar un coche eléctrico en un punto de la ciudad y devolverlo en otro”, explicó Largentary. Estas medidas se están tomando para poder cumplir el compromiso de la ciudad de reducir en un veinticinco por ciento las emisiones de gases que se lanzan a la atmósfera.
Según explicó la asesora, el compromiso con la sostenibilidad de la capital francesa también se extiende al uso de las energías renovables, que esperan incrementar en un veinticinco por ciento, y también a la reducción del veinticinco por ciento del consumo eléctrico en toda la ciudad, para lo que “el ayuntamiento debe dar ejemplo en todas sus instalaciones y no dejar de trabajar codo a codo con la ciudadanía”, apostilló.
El jefe del grupo de trabajo de Áreas Urbanas de la OCDE, Adam Ostry, afirmó que “las ciudades pueden ser sostenibles independientemente de su tamaño, pero hay que analizar hasta qué punto la ciudad dispone de los equipamientos que necesitan sus ciudadanos. La OCDE estima que hay un techo de seis millones de habitantes, pero ciudades como Los Angeles han demostrado que este techo es relativo”.
Ostry manifestó que la sostenibilidad depende en gran parte de la ordenación urbanística, de la planificación de los servicios y de cómo se ofrezcan éstos a los ciudadanos, para esto “las infraestructuras no deben suponer una carga para el territorio, una ciudad que crezca sin control necesitará mayores inversiones para garantizar las infraestructuras de transporte, espacios libres o viales a sus ciudadanos”.
Según explicó Ostry la OCDE ha realizado estudios a más de 20 ciudades de los estados miembro en los que se recogen una serie de indicadores que ofrecen indicadores sobre la sostenibilidad de las ciudades que ayudan a evaluar la situación con el fin de destinar las medidas que son necesarias tomar así como los avances que se alcanzan tras aplicarlas.
En este sentido el responsable de la OCDE afirmó que afortunadamente una ciudad como Madrid tiene los mismos retos que afrontan ciudades como Montreal, Copenhague o Seúl a distinta escala, lo que significa que las soluciones que se está aplicando pueden ser compartidas por la mayoría de las ciudades.