Maspalomas (Gran Canaria): El Papa Benedicto XVI proclamó este domingo cinco nuevos santos, entre los que se encuentran los españoles Rafael Arnáiz Barón (1911-1938) y Francisco Coll Guitart (1812-1875), además del arzobispo polaco Zygmunt Szczesny Felinski, el misionero belga Josef Damian de Veuster y la monja francesa Marie de la Croix Jugan.
A causa de la lluvia que cayó en Roma, la ceremonia, que inicialmente iba a celebrarse en la plaza San Pedro, se trasladó al interior de la Basílica Vaticana. Muchos de los fieles tuvieron que seguirla a través de las pantallas gigantes que habían sido colocadas en el exterior.
En la homilía, el Papa recorrió la vida de cada uno de los santos y destacó el ejemplo que cada uno de ellos representa también para los cristianos de hoy en día. En particular, destacó la labor predicadora del sacerdote Francisco Coll, quien "se dedicó con ahínco" a propagar el mensaje cristiano "por pueblos y ciudades de Cataluña".
San Francisco Coll nació en Gombrèn (Girona) el 18 de mayo de 1812. Era sacerdote profeso de la Orden de Predicadores y fundó la Congregación de las Hermanas Dominicas de la Anunciación de la Santísima Virgen María (Dominicas de la Anunciata). Murió en Vic (Barcelona) el 2 de abril de 1875. Fue beatificado en 1979 por el Papa Juan Pablo II.
Ejemplo para la juventud
En cuanto al monje trapense Rafael Arnaiz, Benedicto XVI lo propuso como ejemplo de todos los jóvenes, tal y como había hecho Juan Pablo II años atrás con ocasión de su beatificación. "Con su ejemplo y sus obras, nos sigue ofreciendo un recorrido atractivo, especialmente para los jóvenes que no se conforman con poco, sino que aspiran a la plena verdad, a la más indecible alegría", las cuales "se alcanzan por el amor de Dios", resaltó Benedicto XVI.
Fallecido a los 27 años, el hermano Rafael pertenecía a una "familia acomodada" y, como él mismo decía, era "alma un poco soñadora". Sin embargo "sus sueños no se desvanecen ante el apego a los bienes materiales", destacó el Pontífice. San Rafael Arnáiz Barón nació en Burgos el 9 de abril de 1911. Era hermano oblato de la Orden de Cistercienses de la Estricta Observancia (trapenses) y murió de diabetes en San Isidro de Dueñas (Palencia), en 1938, durante los años de la Guerra Civil.
En la homilía, el Papa recorrió la vida de cada uno de los santos y destacó el ejemplo que cada uno de ellos representa también para los cristianos de hoy en día. En particular, destacó la labor predicadora del sacerdote Francisco Coll, quien "se dedicó con ahínco" a propagar el mensaje cristiano "por pueblos y ciudades de Cataluña".
San Francisco Coll nació en Gombrèn (Girona) el 18 de mayo de 1812. Era sacerdote profeso de la Orden de Predicadores y fundó la Congregación de las Hermanas Dominicas de la Anunciación de la Santísima Virgen María (Dominicas de la Anunciata). Murió en Vic (Barcelona) el 2 de abril de 1875. Fue beatificado en 1979 por el Papa Juan Pablo II.
Ejemplo para la juventud
En cuanto al monje trapense Rafael Arnaiz, Benedicto XVI lo propuso como ejemplo de todos los jóvenes, tal y como había hecho Juan Pablo II años atrás con ocasión de su beatificación. "Con su ejemplo y sus obras, nos sigue ofreciendo un recorrido atractivo, especialmente para los jóvenes que no se conforman con poco, sino que aspiran a la plena verdad, a la más indecible alegría", las cuales "se alcanzan por el amor de Dios", resaltó Benedicto XVI.
Fallecido a los 27 años, el hermano Rafael pertenecía a una "familia acomodada" y, como él mismo decía, era "alma un poco soñadora". Sin embargo "sus sueños no se desvanecen ante el apego a los bienes materiales", destacó el Pontífice. San Rafael Arnáiz Barón nació en Burgos el 9 de abril de 1911. Era hermano oblato de la Orden de Cistercienses de la Estricta Observancia (trapenses) y murió de diabetes en San Isidro de Dueñas (Palencia), en 1938, durante los años de la Guerra Civil.
El Informador de Maspalomas.
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