Maspalomas (Gran Canaria): Un matrimonio alemán que estaba de vacaciones en la isla de Tenerife, Canarias, y que tras encontrar una vasija del siglo XV comunicó el hallazgo en lugar de quedarse con el objeto.
Francisco García Talavera, presidente del Organismo Autónomo de Museos y Centros del Cabildo de Tenerife, elogió este martes el comportamiento de un matrimonio alemán que estaba de vacaciones en la isla y que tras encontrar una vasija del siglo XV comunicó el hallazgo en lugar de quedarse con el objeto.
Del mismo parecer fue el presidente del Museo Arqueológico de Tenerife, Rafael González Antón, quien en rueda de prensa incluso consideró que la actuación del matrimonio Schaumann ha sido contraria a la condición humana.
Rafael González Antón destacó el hecho de que unos extranjeros, unas personas ajenas a las Islas, encontraron durante un paseo por las Cañadas del Teide un objeto de hace cinco siglos y no lo tocaron sino que avisaron a las autoridades para que actuasen.
En palabras de Rafael González Antón, se puede decir que la vasija ha pasado directamente del guanche que la utilizó al Museo de Arqueología de Tenerife.
Como reconocimiento a su actuación, el matrimonio alemán ha recibido una copia exacta de la pequeña vasija, que ahora se muestra en el Museo de la Naturaleza y el Hombre de Tenerife.
El hallazgo se produjo en un escondrijo, en la colada de lava del volcán de Los Hornitos, en las Cañadas del Teide, en el que se ha encontrado el 90% de los restos arqueológicos de los guanches.
El matrimonio de turistas estaba de vacaciones en la zona de Bajamar, en el municipio de La Laguna, y durante un paseo encontraron la vasija, hecho que comunicaron a un vigilante del Parque Nacional del Teide, al que dieron la posición por GPS y su número de teléfono.
Los vigilantes del parque no encontraron la vasija y durante esa noche llamaron al matrimonio, que al día siguiente dejó sus vacaciones para acompañar a un vigilante hasta encontrar el objeto.
Rafael García Antón explicó que, en principio, la presencia de vasijas en las Cañadas del Teide obedece a dos posibles razones que no son contradictorias.
Una de las razones es pastoril, y supone que los guanches dejaban las vasijas para no cargar con ellas y utilizarlas al año siguiente, mientras que la otra alude a que los guanches creían que en el Teide estaba el dios del mal, guayota.
Rafael García Antón indicó que al igual que hacen los bereberes en el norte de África los guanches hacían ofrendas al dios del mal para aplacarlo.
Comentó que, quizás, la presencia de vasijas enteras represente más la vida pastoril que una ofrenda, pero son dos hipótesis posibles y no contradictorias.
Del mismo parecer fue el presidente del Museo Arqueológico de Tenerife, Rafael González Antón, quien en rueda de prensa incluso consideró que la actuación del matrimonio Schaumann ha sido contraria a la condición humana.
Rafael González Antón destacó el hecho de que unos extranjeros, unas personas ajenas a las Islas, encontraron durante un paseo por las Cañadas del Teide un objeto de hace cinco siglos y no lo tocaron sino que avisaron a las autoridades para que actuasen.
En palabras de Rafael González Antón, se puede decir que la vasija ha pasado directamente del guanche que la utilizó al Museo de Arqueología de Tenerife.
Como reconocimiento a su actuación, el matrimonio alemán ha recibido una copia exacta de la pequeña vasija, que ahora se muestra en el Museo de la Naturaleza y el Hombre de Tenerife.
El hallazgo se produjo en un escondrijo, en la colada de lava del volcán de Los Hornitos, en las Cañadas del Teide, en el que se ha encontrado el 90% de los restos arqueológicos de los guanches.
El matrimonio de turistas estaba de vacaciones en la zona de Bajamar, en el municipio de La Laguna, y durante un paseo encontraron la vasija, hecho que comunicaron a un vigilante del Parque Nacional del Teide, al que dieron la posición por GPS y su número de teléfono.
Los vigilantes del parque no encontraron la vasija y durante esa noche llamaron al matrimonio, que al día siguiente dejó sus vacaciones para acompañar a un vigilante hasta encontrar el objeto.
Rafael García Antón explicó que, en principio, la presencia de vasijas en las Cañadas del Teide obedece a dos posibles razones que no son contradictorias.
Una de las razones es pastoril, y supone que los guanches dejaban las vasijas para no cargar con ellas y utilizarlas al año siguiente, mientras que la otra alude a que los guanches creían que en el Teide estaba el dios del mal, guayota.
Rafael García Antón indicó que al igual que hacen los bereberes en el norte de África los guanches hacían ofrendas al dios del mal para aplacarlo.
Comentó que, quizás, la presencia de vasijas enteras represente más la vida pastoril que una ofrenda, pero son dos hipótesis posibles y no contradictorias.
El Informador de Maspalomas.
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