La situación de abandono del antiguo edificio que albergaba la agencia Viajes Insular se ha convertido en uno de los lugares que peor aspecto presenta en la zona turística de San Bartolomé de Tirajana tras el asalto de decenas de indigentes y toxicómanos.
El alto riesgo sanitario debido a la acumulación de basuras y excrementos, junto a los restos de jeringuillas, han convertido la zona en un peligroso foco de infección.
Los vecinos y empresarios de los alrededores ya no saben qué hacer para reiterar sus denuncias contra esta situación, cuya responsabilidad recae en el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana por no exigir que se cumpla el buen uso y mantenimiento de la parcela, donde por otra parte, la propiedad deja mucho que desear ante su postura insolidaria en busca de que la administración pública le solucione la papeleta, tras haber presentado multitud de denuncias contra los responsables del allanamiento de su parcela.
A diario, los turistas aprovechan para llevarse una foto como recuerdo que contrasta con los catálogos de viajes que les vendieron en su país de origen.
La situación ha llegado a tal extremo que, ni tan siquiera se puede acceder a la planta baja por la acumulación de basuras.
En el exterior, ya no quedan cristales en la fachada y las viviendas que utilizaba el vigilante del inmueble han sido ocupadas por los indigentes y toxicómanos como residencia.
El alto riesgo sanitario debido a la acumulación de basuras y excrementos, junto a los restos de jeringuillas, han convertido la zona en un peligroso foco de infección.
Los vecinos y empresarios de los alrededores ya no saben qué hacer para reiterar sus denuncias contra esta situación, cuya responsabilidad recae en el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana por no exigir que se cumpla el buen uso y mantenimiento de la parcela, donde por otra parte, la propiedad deja mucho que desear ante su postura insolidaria en busca de que la administración pública le solucione la papeleta, tras haber presentado multitud de denuncias contra los responsables del allanamiento de su parcela.
A diario, los turistas aprovechan para llevarse una foto como recuerdo que contrasta con los catálogos de viajes que les vendieron en su país de origen.
La situación ha llegado a tal extremo que, ni tan siquiera se puede acceder a la planta baja por la acumulación de basuras.
En el exterior, ya no quedan cristales en la fachada y las viviendas que utilizaba el vigilante del inmueble han sido ocupadas por los indigentes y toxicómanos como residencia.
El Informador de Maspalomas