Celebración de las fiestas de San Antonio en Santa Brígida.
El casco de la Villa de Santa Brígida se quedó ayer pequeño para acoger a la marea humana que se acercó a ver al santo, la feria de ganado y la carrera de caballos. Toda una oferta lúdico-religiosa bajo un sol divino.
Miles de personas convirtieron ayer a la villa de Santa Brígida en la capital isleña de la jarana durante unas cuantas horas. La festividad de San Antonio de Padua volvió a cosechar un éxito de afluencia de público y participación pese al justiciero sol que desde media mañana se hizo fuerte en este núcleo de las medianías y que hizo que el mercurio rozase los 30 grados.
La atención de propios y extraños estuvo repartida en distintos focos de atención. El pistoletazo lo dio la diana floreada de las siete, pero la cosa se animó después de las once, con la feria de ganado organizada en una explanada situada detrás de la iglesia y en la que este año tomaron parte cerca de cien animales, la mitad de ellos reses, según fuentes de la organización, que reservó más de 4.500 euros para los premios.
En la misa de las once estuvo abarrotado por muchas personas. El templo fue otro de los puntos de encuentro de ayer sábado. Muchas de ellas salieron por una de sus puertas nada más acabar la homilía para poder hacerse con alguno de los 400 panes bendecidos que se regalaron entre los asistentes en lo que se tarda en hacer dos fotos, cumpliendo así con una tradición que hunde sus orígenes en un gesto protagonizado por las familias más pudientes de la villa tras la Guerra Civil (se cuenta que compraban dicho alimento ese día para repartirlo entre los vecinos más desfavorecidos). Muchos de los presentes se hicieron con hasta cuatro unidades; y unos cuantos decidieron no darle ni un mordisco "porque son de este día, del día de San Antonio, y se guardan como una reliquia", explicaba un feligrés emocionado.
Acompañados por una modesta traca y un contundente repique de campanas, la imagen se asomó hasta la plaza de León y Castillo para comenzar, ya sobre las 12.15 horas, su tradicional paseo por el casco urbano.
Una unidad de ocho miembros del Regimiento Canarias 50 de Infantería -uno de ellos haciendo de reserva- abrieron la comitiva, en la que también se podía divisar a la mayoría de la corporación local, con el alcalde Lucas Bravo de Laguna a la cabeza, miembros de la Iglesia y otras autoridades de la isla, como los alcaldes de Teror y Valleseco y varios ediles de los consistorios de Firgas, Tejeda y San Mateo, por sólo citar algunos.
Así, con el redoble y la solemnidad que le imprimió al acto los acordes de la Banda Municipal, se desarrolló la popular procesión, a la que siguió la entrega de trofeos de la feria. Ya por la tarde el programa incluía una nueva edición de la clásica carrera de caballos y un encuentro interinsular de folclore.
Puesta de Sol en el Faro de Maspalomas el dia de Reyes
Recomendamos hacer este paseo al atardecer porque la puesta de sol es impresionante: el sol va bajando y bañando las montañas a lo lejos, dejando tras de sí una luz tenue acompañada por el acogedor sonido del vaivén de las olas del mar. La cámara fotográfica es imprescindible. Para ir abriendo boca y disparando fotos, podemos ir al jardín situado al lado del Faro que posee un puente de madera en el que podemos pararnos y obtener una maravillosa instantánea con el Faro de fondo.
