
Las celebraciones no eran de "tiqui-miki", era un motivo especial porque se casaba un amigo y aquello había que celebrarlo
Desde Teror nos llega de un amigo una foto de la boda de Carmelo y Pimpa que se celebró en la Iglesia La Cuevita de Artenara con sones de Timple y Guitarra y notas de Sombras del Nublo, eran épocas de personas que hoy pintan los sesenta años, realmente era otro historia, las celebraciones no eran de "tiqui-miki", era un motivo especial porque se casaba un amigo y aquello había que celebrarlo, con el tiempo las bodas y otros eventos se fueron convirtiendo en el clásico evento que se tiene que demostrar quién eres. Pues un saludo para el amigo Carmelo y que cuando quiera justificarse por tantos años de felicidad, aceptamos un emboste como los de antaño, hasta me apunto a matar un "Cochino a Besos" que según la gente de esa época de la que hablamos, era la mejor manera de matar un animal, pues moría de AMOR, se asaba y llegaba el momento de "Comerlo a Mordías" todos los comensales subidos a los árboles alrededor de dicho Cochino, y a la de tres se arrancaba y el primero que llegara era el primero que empezaba a morder. Cuentan también que una vez por matar el Cochino a besos se le quedo tal cara de amor, que fue imposible comerlo y que lo llevaron al Restaurante San Matias, diciéndole que habían comido mucho y que era un regalo. También desde aquí le proponemos a Carmelo y Pimpa de celebrar nuevamente su boda, seria un puntazo y nosotros nos apuntaríamos si nos invita
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