Maspalomas (Gran Canaria): La ampliación de la instalación, que se acaba de iniciar, supone una inversión de 125 millones de euros.
"Un espacio sencillo con una gran impronta arquitectónica, interesante, pero lejos de lo ultramoderno". Éstas son las principales características que tendrá la futura ampliación de la terminal de pasajeros del Aeropuerto de Gran Canaria, según su diseñador, el arquitecto Carlos Lamela. Unos trabajos que se acaban de iniciar hace pocos días después de recibir el informe positivo del Ministerio de Medio Ambiente, y cuyo desarrollo supondrá una inversión superior a los 125 millones de euros y que correrá a cargo de FCC.
Los trabajos de esta instalación, que crecerá hacia el norte, sur y el oeste, finalizarán con toda probabilidad antes de 2012, según el pliego de condiciones. El objetivo de esta adjudicación es aumentar la capacidad de pasajeros del aeropuerto, la mejora en la calidad del servicio que se presta, el incremento de la oferta comercial y dar una imagen más moderna y singular del edificio terminal. "Hay que tener en cuenta que partimos de una infraestructura de base con lo que los trabajos son más complicados", reconoce el responsable del proyecto.
Este arquitecto explica que la ampliación permitirá aumentar el número de cintas de recogida de equipajes en la planta baja hasta 22 de las diez actuales, incrementar la cifra de mostradores de facturación en la planta primera hasta 122, ahora hay 89 operativos, y la superficie de oficinas en las plantas segunda y tercera, siendo esta última de última creación. Así, las puertas de embarque con pasarela pasarán de 11 a 17. La pretensión de este proyecto es incrementar los servicios hasta un 40%, lo que supondrá que se atenderá a 6.500 pasajeros por hora. Lamela recuerda que "una ampliación no es lo mismo que crear una nueva infraestructura, ya que hay que tener en cuenta lo existente. Hablamos de un edificio que tiene sus años y que corresponde a otro tiempo y se hizo con otros criterios", continúa el arquitecto, que añade que "lo que hacemos es adecuar la terminal a estos tiempos".
Parte de esta ampliación seguirá la alineación de la fachada actual y se modificarán los viales de la zona de llegadas y los aparcamientos. También se construirá un nuevo viario elevado en salidas, cuya cubierta y fachada serán la prolongación de la del nuevo hall de salidas, y se reforzará parte del aparcamiento actual para reconvertirlo en un nuevo vial y aparcamiento de guaguas en el área de salidas.
En el extremo norte se construirá un dique retranqueado respecto a la fachada actual, lo que permitirá el embarque por pasarela a aeronaves tipo E (son aviones grandes como el Jumbo o el Airbus 340), además de aumentar el número de puertas de embarque hasta 40 para vuelos interinsulares.
La ampliación hacia el sur permitirá la creación de una nueva zona de llegadas y salidas internacionales. Además, se procederá al desplazamiento de la fachada del antiguo edificio terminal, hacia el oeste sobre el puente actual de acceso de vehículos, para poder disponer de un mayor espacio de espera en llegadas en la planta baja.
Los trabajos de esta instalación, que crecerá hacia el norte, sur y el oeste, finalizarán con toda probabilidad antes de 2012, según el pliego de condiciones. El objetivo de esta adjudicación es aumentar la capacidad de pasajeros del aeropuerto, la mejora en la calidad del servicio que se presta, el incremento de la oferta comercial y dar una imagen más moderna y singular del edificio terminal. "Hay que tener en cuenta que partimos de una infraestructura de base con lo que los trabajos son más complicados", reconoce el responsable del proyecto.
Este arquitecto explica que la ampliación permitirá aumentar el número de cintas de recogida de equipajes en la planta baja hasta 22 de las diez actuales, incrementar la cifra de mostradores de facturación en la planta primera hasta 122, ahora hay 89 operativos, y la superficie de oficinas en las plantas segunda y tercera, siendo esta última de última creación. Así, las puertas de embarque con pasarela pasarán de 11 a 17. La pretensión de este proyecto es incrementar los servicios hasta un 40%, lo que supondrá que se atenderá a 6.500 pasajeros por hora. Lamela recuerda que "una ampliación no es lo mismo que crear una nueva infraestructura, ya que hay que tener en cuenta lo existente. Hablamos de un edificio que tiene sus años y que corresponde a otro tiempo y se hizo con otros criterios", continúa el arquitecto, que añade que "lo que hacemos es adecuar la terminal a estos tiempos".
Parte de esta ampliación seguirá la alineación de la fachada actual y se modificarán los viales de la zona de llegadas y los aparcamientos. También se construirá un nuevo viario elevado en salidas, cuya cubierta y fachada serán la prolongación de la del nuevo hall de salidas, y se reforzará parte del aparcamiento actual para reconvertirlo en un nuevo vial y aparcamiento de guaguas en el área de salidas.
En el extremo norte se construirá un dique retranqueado respecto a la fachada actual, lo que permitirá el embarque por pasarela a aeronaves tipo E (son aviones grandes como el Jumbo o el Airbus 340), además de aumentar el número de puertas de embarque hasta 40 para vuelos interinsulares.
La ampliación hacia el sur permitirá la creación de una nueva zona de llegadas y salidas internacionales. Además, se procederá al desplazamiento de la fachada del antiguo edificio terminal, hacia el oeste sobre el puente actual de acceso de vehículos, para poder disponer de un mayor espacio de espera en llegadas en la planta baja.
El Informador de Maspalomas.
Noticias de Gran Canaria, Canarias, España.