Maspalomas (Gran Canaria): El próximo jueves día 10, se cumplirá una década sin Alfredo Kraus. CANARIAS7 ofrecerá el próximo domingo en su edición impresa un reportaje con el testimonio de su hija Patricia Kraus, que estos días descansa en las Islas.
Patricia es la tercera de cuatro hermanos, pero no de una familia cualquiera. Ella es Kraus, un apellido que marcó un hito en el mundo de la lírica internacional y en la cultura canaria. Como cada año por estas fechas luctuosas, con más ahínco esta vez por tratarse del aniversario, los medios de comunicación le repetimos a Patricia las mismas preguntas: cómo era Alfredo Kraus como progenitor, qué les cantaba, la anécdota que salva el titular y el reportaje, si se despojaba de sus ropajes de artista al entrar por la puerta de la casa para adentro. «Es tu padre y punto», zanja la hija del tenor desde Fuerteventura, donde pasa sus vacaciones en una playa desierta.
La ausencia que carga Patricia es doble. «Por el gran artista que fue, no sin exagerar uno de los grandes de la historia de la lírica del siglo XX y, como cualquier hijo, por el padre». A lo que suma que, dos años antes que Kraus, murió su madre.
Criada por los camerinos. El recuerdo primero del Kraus padre es que siempre estaba viajando, lo que no era óbice para que, cuando regresaba a casa, fuera «muy padre». A pesar del trasiego propio de un artista del bel canto, Patricia creció en un ambiente muy familiar, de hecho no se percató de la trascendencia de la carrera musical del progenitor hasta más allá de los diez años, «cuando empiezas a ser personita y te vas dando cuenta de las cosas».
Como el resto de sus hermanos, Patricia nació en Milán (Italia) y se crió por los camerinos. Madrid fue la residencia habitual, aunque no faltaban a la cita con los veranos de Canarias, sobre todo con Lanzarote. «Todos los hermanos estamos orgullosos de ser canarios, una de las cosas nuestras padres nos inculcaron siempre».
La ausencia que carga Patricia es doble. «Por el gran artista que fue, no sin exagerar uno de los grandes de la historia de la lírica del siglo XX y, como cualquier hijo, por el padre». A lo que suma que, dos años antes que Kraus, murió su madre.
Criada por los camerinos. El recuerdo primero del Kraus padre es que siempre estaba viajando, lo que no era óbice para que, cuando regresaba a casa, fuera «muy padre». A pesar del trasiego propio de un artista del bel canto, Patricia creció en un ambiente muy familiar, de hecho no se percató de la trascendencia de la carrera musical del progenitor hasta más allá de los diez años, «cuando empiezas a ser personita y te vas dando cuenta de las cosas».
Como el resto de sus hermanos, Patricia nació en Milán (Italia) y se crió por los camerinos. Madrid fue la residencia habitual, aunque no faltaban a la cita con los veranos de Canarias, sobre todo con Lanzarote. «Todos los hermanos estamos orgullosos de ser canarios, una de las cosas nuestras padres nos inculcaron siempre».
El Informador de Maspalomas.
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